lunes, 20 de agosto de 2012

En cada amanecer...

Asignar tareas a cada día de nuestras vidas, es una importante decisión, y qué mejor que comenzar por lavar o planchar nuestro interior, pero también dejar liso el exterior, para que nuestras sonrisas de alguna forma le iluminen el día a quienes nos miran.

Remendar, y corregir fallas, limpiarnos, y aquello que no pueda ser reparado ni podamos limpiar apropiadamente, entonces lo compremos nuevo; después de todo eso, solo nos queda alimentar el alma para dedicarnos al amor del todopoderoso.

Pero todo lo anterior es difícil si primero, no empezamos por aprender a ver a los que nos rodean desde su interior.

El siguiente es un texto interesante, que encontré por ahí y que nos ayuda a entender esos objetivos diarios desde la perspectiva interna de los que nos rodean. Que lo disfruten!

En cada amanecer

En cada amanecer los seres humanos abrimos los ojos para enfrentarnos a otro día más. La mañana se va llenando de un taconeo que marca la carrera veloz de gente que marcha hacia sus tareas diarias.
Las calles se llenan de estudiantes, trabajadores y gente desempleada que se afanan por llegar al lugar esperado. Tanta es la prisa que el tiempo no es suficiente para detenernos a mirar el interior del ser humano que nos rodea.
Nuestros ojos se conforman con fijarse en el exterior solamente. Recordamos el largo de una falda, la marca del pantalón, el color de la piel. Comentamos el gesto huraño de algún compañero sin buscar la causa que lo provocó.
Transcurre el día y no hemos mirado el interior del amigo que nos acompaña diariamente.

Deberíamos jugar a descubrir lo hermoso de la gente. Cada ser humano tiene un pedazo de Dios dentro. ¡Es lo que debería llamar nuestra atención diaria!

En lugar de ver el gesto agrio de alguien, entendamos el valor que tiene para resistir las tensiones provocadas por situaciones que no conocemos. Antes de burlarnos del que no aprende con la rapidez de los demás, demos un aplauso a su magia para ser bueno con sus semejantes.

Todos los días son buenos para comenzar a descubrir sonrisas hermosas, manos hábiles, actos valiosos, espíritus valientes, luchadores incansables.
Cada ser humano tiene un valor especial, un don divino que recibe al nacer y que si se descubre, puede utilizarlo para su beneficio y para el de los que le rodean.

Todo ser humano, es superior en algo a los demás e inferior en otras, por tanto nos complementamos. Hagamos un alto en nuestra prisa diaria, miremos el interior de nuestros hermanos y aprendamos a valorarlos por lo que son y no por lo que quisiéramos que fueran.

viernes, 17 de agosto de 2012

Un nuevo día de trabajo...


Unos obreros estaban picando piedra frente a un enorme edificio en construcción. Se acercó un visitante a uno de los obreros y le preguntó:

- ¿Qué están haciendo ustedes aquí?
El obrero lo miró con dureza y le respondió:

- ¿Acaso usted está ciego para no ver lo que hacemos?
Aquí, picando piedras como esclavos por un sueldo miserable y sin el menor reconocimiento. Vea usted ese mismo cartel. Allá ponen los nombres de ingenieros, arquitectos, pero no ponen los nuestros que somos los que trabajamos duro y dejamos en la obra el pellejo.

El visitante se acercó entonces a otro obrero y le preguntó lo mismo.
- Aquí, como usted bien puede ver, picando piedra para levantar este enorme edificio. El trabajo es duro y está mal pagado, pero los tiempos son difíciles, no hay mucho trabajo y algo hay que hacer para llevar la comida a los hijos.

Se acercó el visitante a un tercer obrero y una vez más le preguntó lo que estaba haciendo.
El hombre le contestó con gran entusiasmo:
- Estamos levantando un Hospital, el más hermoso del mundo. Las generaciones futuras lo admirarán impresionados y escucharán el entrar y salir constante de las ambulancias, anunciando el auxilio de Dios para los hombres.
-Yo no lo veré terminado, pero quiero ser parte de esta extraordinaria aventura.

El mismo trabajo, el mismo sueldo, la misma falta de reconocimiento; una misma realidad. Tres maneras distintas de vivirla: como esclavitud; como resignación; como pasión, aventura y desafío.

Piensa que el mundo es un infierno y lo será. Piensa que este mundo es parte del paraíso y lo será. Vivir con ilusión, convertir el trabajo en una fiesta, sentirnos parte de las buenas obras.... ¡De ti depende!




viernes, 10 de agosto de 2012

El zapato del otro..!


Un hombre que iba en el coche dormitorio de un tren, no podía conciliar
el sueño debido a que el niño que iba al cuidado de otro pasajero
lloraba constantemente.

El primer hombre lanzó furibundo esta observación:

* ¿Por qué no lleva esa criatura con su madre, a fin de que el resto
de nosotros pueda dormir?


*Amigo - dijo el hombre, con una profunda aflicción reflejada en su
rostro -, quisiera poder hacer precisamente eso, pero mi esposa,
la madre de esta criatura, falleció ayer, su cadáver esta en el
vagón de carga y la estamos trasladando a nuestra ciudad para
darle sepultura allí.

Inmediatamente el otro se avergonzó, se levantó y cuidó de la criatura a fin de que el entristecido padre pudiera descansar un poco...

Si comprendiésemos todas las circunstancias, si supiéramos de todos los
problemas que otros tienen, si aprendieramos a VER mas allá de nuestros conceptos no seríamos tan propensos a la critica. Esta es una de las razones por las cuales criticamos y encontramos faltas en nuestro prójimo, porque no conocemos al dedillo todos los hechos pertenecientes al caso.

Te propongo algo, qué tal si antes de emitir algun juicio sobre algo o alguien aguardas un momento y lo intentas ver en la perspectiva del OTRO..!

"Si tu corazón es capaz de interesarse por el prójimo, habrás triunfado..."