miércoles, 18 de abril de 2012

... Se sale!!!

Lo bueno de

haber tocado fondo

es que no queda

ningún lugar

hacia dónde ir

que no sea

hacia arriba...!

Levantate!!!

El cielo es el límite!!!

God Bless You!!!

jueves, 12 de abril de 2012

Solo empuja...

Hablemos un poco de los sentimientos de angustia, dolor, decepción, soledad, desesperación, incertidumbre y temor que envolvieron a Jesús en su condición humana, aquella noche en el huerto de Getsemaní momentos antes de su crucifixión.

Sentimientos que son los mismos que nosotros experimentamos muchas veces a lo largo de nuestro caminar en esta vida, y que muchas veces se convierten en piedras de tropiezo que si no sabemos ponerlas en manos de Dios y descargarlas a sus pies probablemente nos impidan vivir a plenitud nuestra vida de fe.

Muchas veces no entendemos el por qué de estas piedras en nuestras vidas si estamos en los caminos de Dios, pero Jesús estaba cumpliendo la voluntad de Dios, y aun así experimentó esos sentimientos. La diferencia es que El no se quedó estancado en su angustia, las depositó al Padre y siguiendo el camino, al final obtuvo la victoria, la resurrección base de nuestra fe, el premio que todos esperamos.

Partiendo de esto, quiero compartirles la siguiente historia para que la tomemos de referencia ante las piedras que hoy puedan estar agobiando nuestro paso hacia Dios y en Dios.

"Había una vez un joven que amaba mucho a Dios, diario platicaba con El, lo visitaba, y era su mejor amigo. Le contaba todo lo que le pasaba, confiaba ciegamente en El y no podía resistir sus órdenes. Cierto día Dios le dió una orden. Le ordenó que empujara una piedra que estaba al principio de un cerro. Por cierto, esta piedra era grandísima y pesada. Entonces el joven empujaba la piedra con todas sus fuerzas intentándola mover, no lo consiguió, al día siguiente volvió a ir, así duró por 2 meses yendo diario a empujar la piedra tratándola de mover.
Un día se le apareció el demonio y le dice al joven, Oye para qué empujas la piedra, nunca la moverás, cómo crees que tu siendo un joven moverás una piedra grandísima y pesada. Nunca podrás moverla, ya ríndete! El joven no quería rendirse, decía: -es una orden de Dios, por qué desobedecer a Dios? Mi corazón me dice que siga, mi mente me dice que nunca la moveré, es imposible! Llevo 2 meses empujando esta piedra y nomas no la muevo, por qué Dios me pediría algo que yo no puedo hacer?
Muy triste el joven va a visitar a Dios para reclamarle por haberle ordenado algo imposible de cumplir. El joven va y le reclama y Dios le contesta:
-Hijo mío! Por qué dejas de empujar la piedra? Mi orden fue que solo empujaras la piedra, no que la movieras, el moverla me toca a mí, yo sabré cuándo mover esa piedra, yo te estaba volviendo más fuerte para algo que te tengo preparado, mis planes son perfectos, solo empuja la piedra-."

En la vida hay un montón de situaciones y eventos que queremos cambiar o que fueran diferentes, solo debemos resistir a eso, todas las dificultades nos hacen más fuertes, Dios sabe cuándo ya estamos preparados para que El sea, quien “mueva esa piedra”.

Que tengas un hermoso día!!
Un abrazo!!

Ligia Elena 13/10/2010

miércoles, 11 de abril de 2012

Del 23/11/2010 "Eres un Vaso lleno de Gracia"

Todos somos como vasos en nuestro caminar en la fe, que nos vamos llenando de la Gracia de Dios al compartir y vivir acorde a las exigencias de dicha fe.
Fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios y para poder vivir todas las cualidades maravillosas que nos da la fe, debemos ser reflejo de nuestro modelo a seguir: Jesús, amigo incondicional de todas las horas, fiel, entregado, compasivo, dulce, tierno, recto, justo, claro, coherente, divertido, servicial, alegre, sufrido, feliz, firme, valiente, decidido, obediente, humilde...... 8

Son infinitas las cualidades que aun estando llamados a practicar día a día, no cumplimos ni procuramos imitar, y al no hacerlo poco a poco vamos agujereando nuestro vaso, nuestro corazón, impidiendo que la Gracia de Dios haga Su Obra en nuestro interior. Rápidamente se da uno cuenta cómo es de difícil compartir la alegría de ser cristiano si no logramos llenar nuestro interior del Amor del Señor, si estamos rotos, huecos...

Pero Dios nos sana, nos renueva como el alfarero a su pieza, El siempre está presto a llenar los huecos de nuestro interior, siempre y cuando le permitamos la entrada y dirección de nuestra vida, siempre y cuando nos permitamos vivir acorde a sus enseñanzas, vivir como Jesús vivió, amando...
Ahora bien, El no nos sana tapando lo que somos, ocultado lo que fuimos, disfrazando nuestra realidad, no! Dios nos sana desde nuestra realidad, de dentro hacia fuera, El va llenando nuestro corazón para que pueda ser reflejado en nuestro rostro la alegría del toque amoroso de Su mano sanadora.

El que ha sido sanado y renovado por Dios no se esconde, muestra con alegría las cicatrices de su vida. Jesús durante su pasión sufrió hasta mas no poder, y al resucitar cada vez que apareció ante sus discípulos mostraba las cicatrices de Sus manos, pies y costado. Las mostraba orgulloso porque si grande fue su dolor, grande es la gloria que proclama por Su padre, nuestro Dios que lo resucitó y por ello hoy nuestra fe se sustenta.
De ahí que hayan testimonios de cristianos en que se sepa que antes de conocer a Dios eran asesinos, prostitutas, adictos, corruptos, mentirosos, ladrones, amargados, infelices... etc. Un ejemplo la historia de Saulo convertido al evangelio y hoy llamado San Pablo, uno de los padres difunsores de nuestra fé. Maria Magdalena, Saqueo... tu y yo y tantos ejemplos de hoy...!</

Yo soy testigo del poder de ese Dios al escuchar a hermanos/amigos compartir alegres las cicatrices de su alma en cada retiro y oportunidad con su testimonio, en la comunidad, en el día a día. Porque dejaron que el alfarero reconstruyera su interior, aceptando con alegría la realidad que les tocó vivir y así han logrado compartir la Gracia recibida con una gran sonrisa atraves de su testimonio de vida.
Hoy te invito a dejar que Jesús llene tu vaso de Su Gracia, que te olvides un poco de como te ves por fuera y le presentes al Señor tu interior, para que puedas ser reconstruido y logremos compartir y contagiar al mundo de la gracia divina del amor de Dios.

Tu y yo somos un vaso lleno de gracia, no dejemos que se agote, no dejemos que se escape, hagamosla crecer, oremos juntos y seremos fuertes...

Un abrazo enorme!!! Siempre amigos!!!


Ligia Elena